La adaptación paulatina del infante a su mundo debe ser favorecida a través del adulto guía, quien se encarga de familiarizarlo con el entorno a través del desarrollo de actividades cotidianas. Acciones básicas que normalmente ejecutamos, deben ser presentadas y enseñadas a los niños con el ánimo de lograr una integración fácil a los diferentes contextos en los cuales se desenvuelve. Es misión fortalecer en el niño la autoconfianza y seguridad en la ejecución de un sinnúmero de acciones, para generar así sentido de autonomía y fortalecimiento de sus competencias.